jueves, 8 de noviembre de 2007

Uno para chicos!

Por si te da ganas de contarselo a algún niño, o de leerlo como si fueras chiquita!

Bienvenido Bebé!!!

Lo primero que le vi fueron las uñas
-Que uñas grandes!- pensé.
Lo primero que olí fueron las hierbas un olorcito húmedo suave pero curioso que se metía con fuerza por mi nariz.
Lo primero que toqué fueron mis propias patas unas contra otras, como si hubiera aprendido a aplaudir.
Era extraño todo lo que pasaba, no lo entendía, no sabía qué había ocurrido con la oscuridad a la que estaba acostumbrado ahora todo era luz y así de pronto, de un minuto a otro luz y calor.
Lo más raro es que no estaba solo, además de las uñas un cuerpo se levantaba gigante al lado de mi.
No me alcanzaba el cuello para recorrerlo, ni los ojos para mirarlo de una sola vez!
Era inmenso y sinuoso, como creí que deberían ser las montañas, tenía dientes brillantes y filosos pero no daban miedo, al contrario, me sonreía y por primera vez dijo mi nombre.
-Hola bebé!!!-pronunció con una voz que me parecía conocer de lejos-soy tu mamá.
-Qué quiere decir que sos mi MAMA?-le pregunté.
-Quiere decir que soy la dueña del huevo del que acabás de salir!
-Qué huevo?-volví a interrogarla-
-Esa casa chiquita donde viviste hasta hoy-me dijo

"Todo ésto es muy curioso -pensé - todo lo que veo, y todo lo que piso, y todo lo que hay, es desconocido para mi"

Pensé que el mundo era esa oscuridad arrugada donde me sumergía medio incómodo hasta esta mañana.

-Qué suerte después de todo que eso no era lo único que iba a conocer: ¡Este paisaje es fantástico!
Todo parece tan exuberante y tan alegre!

Un dolor extraño y algunos ruiditos a la altura de mi ombligo me asaltaron por primera vez.

-A comeeeeeeeeer!!!-dijo mamá
Y así probé una exquisitas hojas que ella misma había cortado de una planta a la que trepó con su larguísimo cuello.

Eran muy suaves, y además, era tan lindo la forma en que ella me miraba, que hubiera querido que ese instante no terminara nunca.

"Qué hermosa es la dueña del huevo donde crecí -pensé- qué suerte tuve! no sé si todas las mamás serán como la mía, no creo, pero deberían serlo, porque con una mamá así no me da miedo estar en este extraño campo repleto de viento y cerca de ese charco inmenso donde me vi la cara.

-Qué bueno es tenerte mamá!!!-le dije mientras suspiraba- si cuando salía no hubieras estado allí con tus poderosas uñas, me hubiera querido ir al huevo otra vez y no hubiera sabido cómo armarlo de nuevo. ¡Está todo roto!.

De repente me vinieron ganas de llorar
-¡Está todo roto!-repetí gimiendo.
-No te preocupes -ella me consoló- no vas a necesitarlo más ahora estás con tu madre, y muy prontito, cuando baje la noche, vas a conocer a tu papá que salió tempranísimo para avisarle a los parientes que pronto nacerías!!!
Ni se imagina que ya estás aquí!!!

-Quién es mi PAPA?-pronuncié esa palabra que de ahí en más diría miles de veces.
-Es mi amor y es el que estaba conmigo cuando puse ese huevo, cuidándome y dándome besitos para que yo supiera cuánto me quiere!
-El también va a quererme a mi?
-Claro que sí! Aunque tal vez no sepa cómo decírtelo, y le cueste agacharse para ponerse a tu altura, ya te ama Miró ese huevo que tuviste por nido noche tras noche, y lo acarició igual o más que yo.
Todos los dinosaurios queremos tener una familia, porque este mundo es bastante complicado como para estar solo.
Cada uno por su lado se busca un amor y unos amorcitos como vos , para pasar el tiempo que nos toca en la tierra de la mejor manera posible; hasta una tormenta furiosa,vista desde la cueva, da menos miedo si se mira en familia.

-Bienvenido bebé!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que es un buen mensaje para los chicos, ya que cada vez la familia deja de tener la importancia que tenía antes, se lo voy a leer a mis sobrinos que están a tiempo de incorporar este mensaje.
Gracias!

Analía

Valeria dijo...

Me encantooooooooooo!!!

Gracias.

Vale (Quien chipa en mano agradece desde el corazón...)