La gripe común y la gripe A y su rápida propagación, están generando la toma de decisiones globales que afectan y afectarán inexorablemente a la vida particular y cotidiana de todos nosotros.
Como psicoterapeuta recibo en mi consultorio mujeres y varones, madres y padres preocupados hoy con una problemática concreta ante el cierre de los Colegios e Instituciones que agrupan a sus hijos día a día, qué hacer con ellos. "QUE HAGO CON LOS CHICOS?????" es el grito común,. la pregunta del millón a la que tal vez algunos como profesionales y padres, podamos ayudar a responder.
De medidas sanitarias preventivas se está inundando todo, la información en general esta siendo clara y concisa.
Lavado de manos reiterado, uso de pañuelos descartables, consulta al médico con los síntomas relativos a los descriptos de la enfermedad, etc.
No es de eso que les quiero hablar.
Pensemos juntos que este tiempo al que nos convoca el cierre de las escuelas y el de otros lugares de encuentro grupal, nos resulte creativo, para que los que no trabajan fuera de casa no enloquezcan, y los que sí, al regreso del trabajo -luego del capital lavado de manos, y con la energía que les queda!!!- tengan algo diferente para proponer.
ENCIERRO CRE- A- TI- VO???
Vamos a hacer un listado -un poco de humor mediante- que nos ayude, sobre todo con los más chicos. (Los de Jardín y Primaria, porque los otros... son un poco más difíciles de conquistar!Valen varias de las propuestas igual, para adolescentes con onda!)
La tele y la computadora NO SON LAS UNICAS POSIBILIDADES DE COMBATIR EL OCIO!!!
Sabían?
Recuerdan que hay otras cosas para hacer?
Estar en casa puede ser una condena o una oportunidad.
Creo que en este caso de los adultos depende en gran medida.
Ensayemos nuevos (viejos la mayoría) recursos, y saquemos a pasear al artista o a la "maestra ciruela" que todos llevamos dentro!!!!
*Cocinemos en casa
-Recuperemos recetas familiares.
-Mostrémoles a nuestros hijos que las pizzas no salen de las motos!
-Busquemos las propiedades de los alimentos que fortalecen nuestro sistema inmune.
-Leamos juntos qué nos aporta una manzana, la espinaca o la palta!
*Compremos en la Feria barrial
-Al aire libre hay menos chance de contraer el virus .
-Hacemos de paso economía y aumentamos el vocabulario de los chicos, si escuchan cuando les pedimos los productos a los feriantes. El supermercado y el tomar los alimentos sin hablar de la gondola, disminuyeron el contacto con el nombre de cada hortaliza, o corte de carne.
-Nos contactamos -ojo, sin beso de cachete!- con los vecinos, y eso también es bueno.
*Tomemos un tiempo para leer juntos.
Una forma distinta:
-Pongamos varios libros sobre la mesa. La casa con una linda música, o sin tele ni radio ni nada prendido!
-Que no valga hablar
-Marquemos un tiempo en el reloj de común acuerdo, o recurramos a un divertido reloj de arena o al timer del horno.
-Observemos y miremos.
-Shhhhhhhhhhhhh!!!
-Elijamos uno.
-Para los que no leen aún, que haya con imagenes o revistas mezcladas en la propuesta
-Que cada uno luego comparta con los otros de ese material por qué lo eligió y lea algo o muestre una imagen.
-Debatir sobre esta elección.
*Arreglemos cosas rotas!
-En todas las casas está la olla que se le salió la manija, el auto que esta sin ruedita, la persiana que se le cortó la correa, el almohadón que se descosió.
-Con pegamentos adecuados, tiempo, paciencia y la ayuda de todos, en un rato de trabajo podremos poner de nuevo en uso eso que no queríamos tirar, pero que roto no estaba siendo útil.
*Reciclemos
-No hace falta ser un artesano... ni trabajar en utilisima, ni hacer un curso de bricolage.
-Miremos cuántas cosas que están en casa pueden ser de otro color o transformarse en otra cosa!
-Observemos nuestro entorno con ánimo de transformarlo.
-Hagamos una "excursión" por toda la vivienda buscando qué cosas que no usamos podrían ser alquimizadas en otras.
-Papeles sobre la mesa, pintura, yeso, poxilina o cerámica en frío, servilletas de papel con lindos dibujos o papel de diario recortado pegado y barnizado, pueden hacer milagros.
-Animémonos a mezclar cosas, y desechos que no desechamos, hilo, lanas, botones, tapitas de gaseosas, bandejas descartables, tarritos de yogurt que pueden ser instrumentos o portalápices o si son de vidrio, floreros!
*MIREMOS FOTOS!
-Podemos dedicarnos horas a repasar nuestra historia.
-Oredenar temáticamente (Navidades/Vacaciones/Cumpleaños)
-Hacer collages de caras, de fotos graciosas, de todos los abuelos de todos, del casamiento, o de las fiestas escolares.
-Llenemos la casa de portarretratos que nos recuerden qué felices hemos sido en ese momento, qué cosas sería lindo repetir, o qué bellos eramos todos de bebés!
-Creemos un rincón especial para poner a todos los de la familia en sus mejores planos, o los paisajes que más nos gustaron aquellos a los que por qué no, quisiéramos volver.
-Repartamos fotos dadas vuelta, cada uno elija una y luego escribamos la historia que creemos esta escondida en ella o inventemos una!
-Recuperemos nuestra letra manuscrita si estamos horas en el teclado!
-Seamos otra vez -sin corrector- víctimas de las reglas ortográficas!
*Juegos de mesa
- Todos tenemos alguno en casa o miles!
-Ordenémolos.
-Veamos que estén completos
-Asignémoles un lugar especial
-Elijamos alguno y juguemos los fines de semana
-Hagamos torneos por equipos si da reunirnos con algun familiar cercano o amigos, que estén sin la gripe, claro! En pequeños grupos.
-Si no tenemos ninguno podemos comprar algunos, no son tan caros pero si efectivos, como el Google para los que ya saben escribir! O el -nunca falla- Estanciero.
-Si no tenemos o no compramos, desempolvemos el Tutti Frutti, El ahorcado, el tateti!!!!
*Contemos chistes
-Todos saben alguno, sino, busquemos en internet o pasemos una cadena y juntemos los chistes de otras familias!
-Leamoslos en voz alta.
-Cuidemos de no decir " chanchadas", salvo que la idea sea esa, que por un rato... un "Piedra libre!" no viene mal, si esta bien consensuado!
*Calendario
-Hagamos un mural con todos los días que no habrá clase -tipo preso- y en lugar de tacharlo lo vamos llenando con una de estas opciones; a-planes para mañana; b-lo que hicimos hoy
Esto puede organizar la cabeza de los más chiquitos para saber cuánto tiempo no irán al Cole, y para tener espectativas de algo a esperar o evaluar lo que hicieron ese día!
Vale repetir una propuesta si les encantó a todos o a la mayoría.
*Tejer y coser
-Este rubro es históricamente más femenino, así es que lo circunscribimos a las madres o abuelas de nenas.
-Hacer una bufanda no es ninguna ciencia.
-Lana se compra muy barata en Escalabrini Ortiz y Córdoba o en las mercerías del barrio
-Con dos agujas se pueden hacer maravillas!
-Tiene efectos sobre la salud, la lateralidad cerebral, la ansiedad, la concentración, el ánimo!
-Como cuando te agarra el fanatismo tendrás más bufandas que cuellos... podés hacer para regalar y/o vender entre los que los conocen.
Qué les parece una buena terapia y una Pyme a la vez!!!???
-Coser puede ser a máquina para las más osadas, o a mano para las que eligen un estilo más casual.
Nada es imposible, la voluntad, ya es la mitad de cualquier costura!
*Escribir
-Llevar un diario
-pasar recetas
-hacer cartas a los amigos que podemos luego enviar por correo de verdad...o mail si no queremos salir...o tirar por abajo de la puerta, aún a los que tengan a algún engripado en casa.
-Podemos pegar flores secas , escribir con diferentes colores y texturas, practicar en otro idioma si estamos estudiándolo o lo estudiamos alguna vez...
-Es muy bueno para canalizar algunas angustias personales y algunas propias de esta etapa de ostracismo inducido, sirve siempre para aclarar ideas y para materializar proyectos y sueños.
-Hacer una lista de cosas que nos gustaría que nos pasen, o de logros que nos gustaría tener.
-Como la del super, podemos pegarla en la heladera o en el placard, para acordarnos de lo que realmente queremos.
*Tener huerta propia
Un balcón sobra!
-Plantines de romero, salvia, orégano y otras hierbas...en este caso especias, venden hasta en el supermercado, recuerden que se puede comprar en todos por la web! Sino, en algún vivero.
-No empezar por las semillas porque da mucho trabajo, puede frustrarnos, y eso si es mejor dejarlo solo para expertos.
-Es hacer aromaterapia
-Es regar, cuidar, ver crecer algo y seguir un proceso, que incluso los chicos pueden copiar con dibujos o escribir tipo registro de los cambios.
-Suman a nuestras recetas...nada como albahaca recién cortada!
Como verán ideas hay miles...
estas mías son solo algunas.
No todas los van a entusiasmar... pero tal vez, como algunas risas
...pueden ser contagiosas...
Vivamos esta etapa para conocernos más y hacer nuevas cosas!
Ante cualquier duda o consulta, estaré gustosa de responderles, a mis pacientes en sus sesiones, y al resto por esta vía!
Con afecto, y los mejores deseos
Adriana Penerini
miércoles, 1 de julio de 2009
lunes, 15 de junio de 2009
Salvar nuestro mundo...
Que las ballenas pueden extinguirse es una realidad de la que casi todos tenemos noticia, pero no solo las ballenas, parece que ante políticas que no protegen el medio ambiente, y conductas cotidianas de las que todos somos parte -como tirar las pilas en la basura sin meterlas en una botella hermética- se pueden extinguir muchas cosas, especies de plantas, pequeñas aves migratorias, superficies acuíferas que se secan y desaparecen, la capa de ozono...
Poner foco en este panorama resulta desolador...
Asusta hasta al más valiente...
puede hacer lagrimear el más asérrimo optimismo...
Nos pone la piel de gallina pensar en la falta de agua o en el aire contaminado...
dónde pasaremos nuestra vejez...,
qué comerán nuestros hijos, sus hijos...
los hijos de nuestros nietos...
Qué podemos hacer?
No hace falta que nos enrolemos en una campaña para salvar al planeta y organicemos una marcha de denuncia.
Informarse sobre conductas de ahorro energético y otras como de tratamientos de residuos y demás, es una buena manera, pero no puede ser la única.
Tratemos de que no se extingan ciertas buenas costumbres, que hablan de nuestra humanidad, nuestra generocidad o nos hacen ser solidarios con los otros, y en verdad con el planeta todo...
Cuidemos también nuestro ecosistema personal, reguemos las macetas del balcón, pintemos un banquito viejo para darle otro color, reciclemos el moisés para el nuevo bebé de la familia o de la cuadra, destejamos una cosa que no usamos para tejer otra, o llenemos los tarritos de las especias para que nos huela emocionada la nariz...
Compremos menos comida hecha... sencillo pero cocinemos, invitemos amigos a casa y sorprendámolos con algo rico, juguemos al truco, o leamos poesías, o recuperemos el "Dígalo con Mímica"...
Tratemos de alimentarnos correctamente dentro de nuestras posibilidades, vayamos a la Feria - todas las semanas hay una en cada zona- intentemos no tirar comida si sobra, sino compartirla, y de inventar nuevos usos para viejas cosas o nuevos lugares para los muebles... y de donar aquello que no usamos más!
Sonriamos cada vez que nos sea posible, agradezcamos cada gesto del otro, y cada vez que somos bendecidos con alguna cosa que nos sale bien...
Revisemos nuestros cajones, nuestros placares, la alacena, y veamos cuántas cosas podríamos dar, regalar, o transformar en algo nuevo...
Un hilo y una aguja, un pegamento para telas, un tarro de latex hacen milagros...
Leamos un bueeeeeeeeen libro, vayamos a misa o al templo o a la reunión de consocio, con ánimo de mejorar algo de verdad.
Seamos menos litigadores y fastidiosos con el entorno, y tengamos nuevos compromisos. Ayudemos en las tareas a nuestros hijos o vayámos a verlos si cantan en algun coro... o cantemos en un coro, o bailemos flamenco, o tengamos siempre la radio con música.
Esperemos con un beso y una mirada amorosa a los que van llegando a la casa...
La lista de buenas acciones y las posibilidades de ser creativo son infinitas!
Esta es otra manera de sembrar y cultivar para que algun dia, la suma de todos estos pequeños mundos florecidos, pueda devenir en un planeta realmente mejor, si fuera posible también con ballenas...
donde ojalá se extinga solo lo que no sirve para nada bueno...
Adriana Penerini
Poner foco en este panorama resulta desolador...
Asusta hasta al más valiente...
puede hacer lagrimear el más asérrimo optimismo...
Nos pone la piel de gallina pensar en la falta de agua o en el aire contaminado...
dónde pasaremos nuestra vejez...,
qué comerán nuestros hijos, sus hijos...
los hijos de nuestros nietos...
Qué podemos hacer?
No hace falta que nos enrolemos en una campaña para salvar al planeta y organicemos una marcha de denuncia.
Informarse sobre conductas de ahorro energético y otras como de tratamientos de residuos y demás, es una buena manera, pero no puede ser la única.
Tratemos de que no se extingan ciertas buenas costumbres, que hablan de nuestra humanidad, nuestra generocidad o nos hacen ser solidarios con los otros, y en verdad con el planeta todo...
Cuidemos también nuestro ecosistema personal, reguemos las macetas del balcón, pintemos un banquito viejo para darle otro color, reciclemos el moisés para el nuevo bebé de la familia o de la cuadra, destejamos una cosa que no usamos para tejer otra, o llenemos los tarritos de las especias para que nos huela emocionada la nariz...
Compremos menos comida hecha... sencillo pero cocinemos, invitemos amigos a casa y sorprendámolos con algo rico, juguemos al truco, o leamos poesías, o recuperemos el "Dígalo con Mímica"...
Tratemos de alimentarnos correctamente dentro de nuestras posibilidades, vayamos a la Feria - todas las semanas hay una en cada zona- intentemos no tirar comida si sobra, sino compartirla, y de inventar nuevos usos para viejas cosas o nuevos lugares para los muebles... y de donar aquello que no usamos más!
Sonriamos cada vez que nos sea posible, agradezcamos cada gesto del otro, y cada vez que somos bendecidos con alguna cosa que nos sale bien...
Revisemos nuestros cajones, nuestros placares, la alacena, y veamos cuántas cosas podríamos dar, regalar, o transformar en algo nuevo...
Un hilo y una aguja, un pegamento para telas, un tarro de latex hacen milagros...
Leamos un bueeeeeeeeen libro, vayamos a misa o al templo o a la reunión de consocio, con ánimo de mejorar algo de verdad.
Seamos menos litigadores y fastidiosos con el entorno, y tengamos nuevos compromisos. Ayudemos en las tareas a nuestros hijos o vayámos a verlos si cantan en algun coro... o cantemos en un coro, o bailemos flamenco, o tengamos siempre la radio con música.
Esperemos con un beso y una mirada amorosa a los que van llegando a la casa...
La lista de buenas acciones y las posibilidades de ser creativo son infinitas!
Esta es otra manera de sembrar y cultivar para que algun dia, la suma de todos estos pequeños mundos florecidos, pueda devenir en un planeta realmente mejor, si fuera posible también con ballenas...
donde ojalá se extinga solo lo que no sirve para nada bueno...
Adriana Penerini
viernes, 16 de enero de 2009
Invertir en felicidad
Solemos creer que la felicidad es algo que hay que encontrar, algo que está afuera y debemos conquistar, y la imaginamos a veces como una tierra donde uno llegará y plantará su propio estandarte para quedarse.
La pensamos como un punto de llegada, como un puerto.
Buscamos, buscamos buscamos. Afuera, afuera, afuera.
Entre tantas cosas que nos enseñan cuando niños, y que aprendemos casi a la perfección, olvidan enseñarnos que eso que perseguimos y que vemos como camuflado en un oasis de ambición interminable está dentro nuestro.
Está en nosotros, y no es un objeto, es una emoción que responde a estímulos a veces invisibles para otros.
Es verdad, hay que invertir en felicidad.
Pero, qué tipo de inversión es la más conveniente.
Podremos tener una felicidad directamente proporcional al crédito que nos den nuestras tarjetas de crédito?
Podremos tener una aún mayor? Dónde se adquiere, nos preguntamos, esa sensación de plenitud de lluvia sobre la playa, de domingo por la mañana, de mirada de amor.
Se adquiere? Es necesario pagar por eso?
Invertir en la felicidad, sospecho, no es llenar tres changos en el supermercado, cambiar los televisores, vestirse solo en las primeras marcas.
Invertir en felicidad es abrirse a la sorpresa.
Permitirse ese cosquilleo en la panza que nos produce la tentación de la risa.
Robarle a nuestro trabajo, una tarde, una hora, un ratito solo para nosotros.
Bostezar con ruido.
Es animarse a pintarse el pelo de ese color que siempre no gustó.
Es volver a saludar tres veces a nuestros hijos cuando se van de campamento.
Es tratar de decir, no solo lo que hay que decir, sino aquello que queremos decir desde hace tanto.
Es raro, pero puede hacernos más FELICES comer una bolsa de lupines que compremos a orilla del río ese del Puerto de frutos que una cena protocolar con treinta y tres cubiertos de cada lado del plato.
Es realmente raro, porque los lupines se los puede comprar cualquiera, pero a ese tipo de cenas solo van las "personas importantes".
Invertir en felicidad es preservarnos de las noticias derrotistas todo el tiempo, es dejar de repetirnos "Esto no da para más", y animarnos al desafío que significa intentar encontrar la plenitud sin buscarla en nuestro alredeor solamente, se puede ser feliz aún en medio de una crisis, no solo económica sino también anímica en la que nos veamos inmersos.
No hace falta ostentación, ni seguros de vida, ni cargos gerenciales, ni poder.
Cada persona tiene esa magia, que se despierta solo con la varita de uno y la palabra correcta.
La inversión es la búsqueda en si misma, y es el permiso para sentir, aunque más no sea por un instante, el legítimo placer de volar por un rato sin levantar los pies del suelo.
La pensamos como un punto de llegada, como un puerto.
Buscamos, buscamos buscamos. Afuera, afuera, afuera.
Entre tantas cosas que nos enseñan cuando niños, y que aprendemos casi a la perfección, olvidan enseñarnos que eso que perseguimos y que vemos como camuflado en un oasis de ambición interminable está dentro nuestro.
Está en nosotros, y no es un objeto, es una emoción que responde a estímulos a veces invisibles para otros.
Es verdad, hay que invertir en felicidad.
Pero, qué tipo de inversión es la más conveniente.
Podremos tener una felicidad directamente proporcional al crédito que nos den nuestras tarjetas de crédito?
Podremos tener una aún mayor? Dónde se adquiere, nos preguntamos, esa sensación de plenitud de lluvia sobre la playa, de domingo por la mañana, de mirada de amor.
Se adquiere? Es necesario pagar por eso?
Invertir en la felicidad, sospecho, no es llenar tres changos en el supermercado, cambiar los televisores, vestirse solo en las primeras marcas.
Invertir en felicidad es abrirse a la sorpresa.
Permitirse ese cosquilleo en la panza que nos produce la tentación de la risa.
Robarle a nuestro trabajo, una tarde, una hora, un ratito solo para nosotros.
Bostezar con ruido.
Es animarse a pintarse el pelo de ese color que siempre no gustó.
Es volver a saludar tres veces a nuestros hijos cuando se van de campamento.
Es tratar de decir, no solo lo que hay que decir, sino aquello que queremos decir desde hace tanto.
Es raro, pero puede hacernos más FELICES comer una bolsa de lupines que compremos a orilla del río ese del Puerto de frutos que una cena protocolar con treinta y tres cubiertos de cada lado del plato.
Es realmente raro, porque los lupines se los puede comprar cualquiera, pero a ese tipo de cenas solo van las "personas importantes".
Invertir en felicidad es preservarnos de las noticias derrotistas todo el tiempo, es dejar de repetirnos "Esto no da para más", y animarnos al desafío que significa intentar encontrar la plenitud sin buscarla en nuestro alredeor solamente, se puede ser feliz aún en medio de una crisis, no solo económica sino también anímica en la que nos veamos inmersos.
No hace falta ostentación, ni seguros de vida, ni cargos gerenciales, ni poder.
Cada persona tiene esa magia, que se despierta solo con la varita de uno y la palabra correcta.
La inversión es la búsqueda en si misma, y es el permiso para sentir, aunque más no sea por un instante, el legítimo placer de volar por un rato sin levantar los pies del suelo.
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