viernes, 16 de enero de 2009

Invertir en felicidad

Solemos creer que la felicidad es algo que hay que encontrar, algo que está afuera y debemos conquistar, y la imaginamos a veces como una tierra donde uno llegará y plantará su propio estandarte para quedarse.
La pensamos como un punto de llegada, como un puerto.
Buscamos, buscamos buscamos. Afuera, afuera, afuera.
Entre tantas cosas que nos enseñan cuando niños, y que aprendemos casi a la perfección, olvidan enseñarnos que eso que perseguimos y que vemos como camuflado en un oasis de ambición interminable está dentro nuestro.
Está en nosotros, y no es un objeto, es una emoción que responde a estímulos a veces invisibles para otros.
Es verdad, hay que invertir en felicidad.
Pero, qué tipo de inversión es la más conveniente.
Podremos tener una felicidad directamente proporcional al crédito que nos den nuestras tarjetas de crédito?
Podremos tener una aún mayor? Dónde se adquiere, nos preguntamos, esa sensación de plenitud de lluvia sobre la playa, de domingo por la mañana, de mirada de amor.
Se adquiere? Es necesario pagar por eso?
Invertir en la felicidad, sospecho, no es llenar tres changos en el supermercado, cambiar los televisores, vestirse solo en las primeras marcas.
Invertir en felicidad es abrirse a la sorpresa.
Permitirse ese cosquilleo en la panza que nos produce la tentación de la risa.
Robarle a nuestro trabajo, una tarde, una hora, un ratito solo para nosotros.
Bostezar con ruido.
Es animarse a pintarse el pelo de ese color que siempre no gustó.
Es volver a saludar tres veces a nuestros hijos cuando se van de campamento.
Es tratar de decir, no solo lo que hay que decir, sino aquello que queremos decir desde hace tanto.
Es raro, pero puede hacernos más FELICES comer una bolsa de lupines que compremos a orilla del río ese del Puerto de frutos que una cena protocolar con treinta y tres cubiertos de cada lado del plato.
Es realmente raro, porque los lupines se los puede comprar cualquiera, pero a ese tipo de cenas solo van las "personas importantes".
Invertir en felicidad es preservarnos de las noticias derrotistas todo el tiempo, es dejar de repetirnos "Esto no da para más", y animarnos al desafío que significa intentar encontrar la plenitud sin buscarla en nuestro alredeor solamente, se puede ser feliz aún en medio de una crisis, no solo económica sino también anímica en la que nos veamos inmersos.
No hace falta ostentación, ni seguros de vida, ni cargos gerenciales, ni poder.
Cada persona tiene esa magia, que se despierta solo con la varita de uno y la palabra correcta.
La inversión es la búsqueda en si misma, y es el permiso para sentir, aunque más no sea por un instante, el legítimo placer de volar por un rato sin levantar los pies del suelo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Adriana quiero felicitarte por el "don" que tienes al expresar todo con tanta dulzura claridad...te descubrí un día y ya no dejé de sentir ganas de escucharte una y otra vez. Gracias- Lore

Adriana Penerini dijo...

Querida Lore
No sé si es un don, si lo es, lo agradezco y lo uso TODO LO QUE PUEDO para acercarme a las cosas que viven las personas y devolvérselas con mi mirada, con el deseo de sumarles brillo y que puedan valorarlas de otra forma.

Conocerse es un camino que nos puede llevar la vida entera.
En mi consultorio tengo la suerte de acompañar procesos vitales permanentemente, día a día con el alegre trabajo de estar allí, como testigo, como "jardinero fiel" en el jardín de los otros, mientras cuidadosamente también podo y cultivo y riego y fertilizo el mío.

Gracias Lore por tus palabras, y que las mías te lleguen cada vez que te sean necesarias!

Entrá a www.bebeabordo.com.ar y tendrás muchas notas mías y de otros profesionales para leer y disfrutar.

Con afecto

Adriana Penerini

Mi mail personal, si querés alguna consulta o comentario más privado, es adrianapenerini@bebeabordo.com.ar

Anónimo dijo...

Gracias Adriana..simplemente eso, una vez más, un placer leerte- Bso. Lore

Anónimo dijo...

y..Muy Felíz Día Mujeres Maravillosas!! disfruten, disfrutense cada día un poco más.

Unknown dijo...

Querida Adriana: Yo comienzo haciendo algo de trampa, por lo general las personas que te escriben son personas que te leen, pero dificilmente te conozcan... Yo empecé al revés... Te conocí, luego te leí y ahora te escribo...
Te quería decir lo mismo que te dicen quienes te leen: Gracias.
Gracias por las lindas palabras que salen de vos, de tu boca, de tus manos, y seguramente por aquellas que quedan en tu mente pero que algún día saldrán a la superficie para hacer más lindo este mundo.
Sos una gran persona y a tu lado aprendí muchas cosas. Ojalá algún día pueda llegar a ser una madre tan dulce como vos.
Sé que podría haber elegido hacerte una carta por escrito, más personal, más íntima, pero ¿sabés que? Vos le das a todas las personas parte de tu ser en tus palabras escritas, quería retribuirte de alguna manera, ojalá esto no se pierda en el "interespacio", ojalá quede para siempre en vos, como seguramente quedará en mí para siempre tu sonrisa.
Fuiste una gran "jefa", jaja.
Tu ex asistente de dirección.
Carolina Contreras

Adriana Penerini dijo...

Qué bueno que TODAS LAS TRAMPAS fueran estas!

Qué sorpresa Caro.
Qué buena idea.
Es un regalo inesperado.
Tu reconocimiento me emociona.
Estoy MUY acostumbrada a reconocer a los otros.
Lo sabés.
A cada uno.
Por eso mi tarea como terapeuta, de re-conocer gente que está re-conociéndose!
Lindo trabajo.
Saber que, además, me considerás dulce como mamá es como un premio!
Te digo que has sido una asistente perfecta.
En dos sentidos, uno has estado atenta a TODOS LOS DETALLES de Bebé a Bordo, que siendo de algo que yo dirijo, no son pocos, y además no has faltado nunca!
Asistente con asistencia perfecta.

Gracias por tu amorosidad con la tarea, tu paciencia y tu sonrisa que también es para no olvidar!

Mucha suerte en todo lo que emprendas.
Guardo de los que en cualquier momento han trabajado conmigo, siempre algo bueno de recuerdo y agradecimiento!

Adriana Penerini

Unknown dijo...

Gracias Nuevamente.
Ha sido un placer.
Besos.
Caro

Anónimo dijo...

Adriana tenés unas grandísimas TETAS daría lo que sea por chupártelas. Yo me MASTURBO por vos y por Betina O`Connell, son las mujeres más hermosas de Utilísima Satelital. Te amo Adriana Pene-rini, te amo Betina O`Connell.

Anónimo dijo...

Supongo Darling que detras de esa sonrisa perfecta que todas las mañanas veras en tu reflejo, estara completa de bellas experiencias maternas, porque solo asi se alimenta dia a dia la superficie, no como dices con el credito de las tarjetas! Por siempre que sigas asi de feliz como nos muestras